Sanidad y bienestar animal e inocuidad de los alimentos - ISSN 0718-218X
Portada

Suscribirse

Remover Contáctenos Números Anteriores

Entrevistas y opiniones

Considerando su gestión como jefe de la División de Protección Pecuaria, el Servicio Veterinario Oficial de Chile (SVO), nos interesa conocer su visión respecto del accionar de los distintos actores que forman parte del mundo pecuario, tanto públicos como privados.

1. ¿Cómo cree Ud. que evolucionó el SVO durante su gestión?

Dr. Hernán Rojas Olavarría:
Durante mi gestión (2000-2006) el SVO básicamente se modernizó e internacionalizó como resultado de una visión particular, así como del contexto interno y externo que vivía el país. Coincidió con un momento importante del desarrollo pecuario nacional en materias de inserción internacional de sus productos y con una situación sanitaria mundial que presentó la irrupción de varias enfermedades transfronterizas que pusieron en alerta máxima al país. Así, se realizaron acciones como el fortalecimiento: de todos los programas de prevención de ingreso de enfermedades exóticas, de la vigilancia activa y pasiva, de los mecanismos de respuesta emergencial y de los programas de control.
La nueva concepción se explicitó y puso a prueba con el exitoso control del brote de influenza aviar el año 2002 (ver publicación relacionada). Se instauró un sistema de inspección para todas las especies de exportación mediante el Programa de Planteles Animales bajo Certificación Oficial (PABCO), y se desarrollaron o fortalecieron programas como el de trazabilidad, de inspección veterinaria a cargo del SAG, de control de residuos y patógenos, de registro de medicamentos y alimentos. Además, se abrieron los mercados de prácticamente todo el mundo para los productos pecuarios; se participó activamente en los componentes sanitarios de los tratados de libre comercio, TLC; se crearon procesos de mejoramiento de la gestión y se renovó y aumentó la capacidad técnica del Servicio.
Esos seis años fueron un período de internacionalización; es decir, todo el quehacer del SVO se integró para servir a un país con vocación exportadora.
En síntesis, la sanidad tuvo un propósito que, en conjunto con la incorporación de los aspectos de inocuidad, apoyó el proceso de certificación y, en consecuencia, se instaló la negociación sanitaria. El país quedó preparado para enviar productos de variadas especies a una gran diversidad de mercados internacionales, con el consiguiente desarrollo sustantivo de los rubros pecuarios involucrados.

Dr. Claudio Ternicier González:
Durante mi gestión (octubre de 2006 a junio de 2010), el SVO chileno tuvo que dar continuidad al proceso iniciado a comienzos de esta década, para adaptarse al nuevo escenario pecuario mundial y nacional, dominado por la globalización, por una alta demanda de productos, por mayores exigencias respecto la condición sanitaria y, especialmente, de inocuidad de los alimentos, y por el notable crecimiento de las exportaciones pecuarias nacionales que, en los últimos 10 años han aumentado exponencialmente, llegando prácticamente a quintuplicarse el año 2009 (US$ 950 millones). Ello significó que la participación porcentual de las exportaciones pecuarias, respecto las silvoagropecuarias, variaran desde alrededor de un 3 a un 8,5.
Esta nueva realidad sectorial exigió al SVO chileno, desarrollar mayores capacidades de gestión mediante acciones como: una exigente intervención en las cadenas productivas pecuarias, la innovación en metodologías de evaluación y control de riesgos sanitarios, y el establecimiento de una relación de trabajo muy estrecha con el sector privado involucrado.
Evidentemente fue necesario mantener y acrecentar el estatus sanitario nacional, que es la llave que permitió salir al mundo con las exportaciones y, más importante aún, ha dado un respaldo científico a las certificaciones y permitido actuar en forma muy transparente de acuerdo a las normas de la Organización Mundial de Comercio, OMC.
En este contexto, durante mi gestión se mejoró aún más el estatus sanitario nacional, se incluyeron otras patologías en la lista de enfermedades de las que somos oficialmente libres, y se mantuvo la condición en aquellas que son muy relevantes para el comercio internacional.
Otras acciones de relevancia fueron: se enfrentaron exitosamente las crisis sanitarias y de inocuidad alimentaria que surgieron durante el período; se implementaron importantes innovaciones normativas y de procedimientos a fin de intervenir adecuadamente en las cadenas pecuarias exportadoras; los sistemas de inspección sanitaria y de acreditación de garantías fueron auditados exitosamente por misiones técnicas de los principales países importadores de nuestros productos, y se avanzó significativamente en la certificación ISO de procedimientos, consiguiendo la certificación oficial ISO 9001-2000 para los procedimientos de certificación de carnes bovinas, de aves, de cerdo y ovinas, para los mercados de Japón, Unión Europea y México.

Dr. Héctor Escobar Candia:
Podría ser un tanto prematuro e incluso quizás ofensivo para quienes conforman el SVO, manifestar que ha habido una evolución en tan corto tiempo (desde junio de 2010), sólo como consecuencia de una nueva jefatura.
Lo que sí podría señalar, es que en este breve período -coincidente con una serie de cambios en la administración del Servicio- se ha requerido y puesto a prueba una vez más la capacidad de la División de Protección Pecuaria (DPP) para adaptarse y responder técnicamente a los cambios contingentes y que está mostrando el SAG.
La DPP se ha alineado con el objetivo de darle una nueva cara a la institución, donde no sólo la eficacia de sus acciones sea su norte, sino que la eficiencia en los procesos sea también lo que caracterice su accionar. Respecto de este desafío sí puedo asegurar que el SVO ha evolucionado y ha sabido responder como debe hacerlo cualquier SVO de la envergadura de nuestra institución.

2. El Servicio Agrícola y Ganadero es un organismo con más de 40 años de historia, comprometido con la protección del patrimonio fito y zoosanitario del país, ¿cómo cree Ud. que la labor de los médicos veterinarios oficiales (MVO) ha contribuido al logro de este objetivo?

Dr. Hernán Rojas Olavarría:
Uno de los grandes capitales del SAG son sus MVO, ya que congregan lo mejor de la formación veterinaria chilena, dado que se han formado con el sentido de misión, capacidad y entrega a un Servicio de alto estándar y prestigio. El SAG hace un gran esfuerzo por seleccionarlos y formarlos adecuadamente y, con ello, se han obtenido resultados concretos que nos llenan de orgullo.
Los MVO pueden considerarse un gran activo que se ha mantenido y fortalecido con las diferentes situaciones complejas y exigentes que ha vivido el SAG. Así, se ha mantenido una masa crítica importante desde los tiempos de la fiebre aftosa en los años 60 y 70, la cual ha entregado su conocimiento y experiencia a las nuevas generaciones. Los MVO también se han adaptado a los nuevos tiempos que han traído temas emergentes: inocuidad, internacionalización y gestión pública moderna, entre otros cambios. Ello es visible desde el jefe del SVO hasta los MVO de las oficinas locales de todos los rincones del país.

Dr. Claudio Ternicier González:
Efectivamente, el SAG ha demostrado con creces a lo largo de su historia, un gran compromiso con la protección del patrimonio fito y zoosanitario nacional. En el ámbito pecuario, como ya se señaló, ello se ha traducido no sólo en la mantención del estatus zoonitario, sino que en un aumento cualitativo y cuantitativo de esa condición. En la obtención de este resultado ha sido fundamental el papel jugado por los MVO del SAG, quienes han destacado por su calificada preparación y su gran profesionalismo e idoneidad en sus funciones.
Se observa que existe una total conciencia sobre la importancia de la mantención y mejoramiento de nuestro patrimonio zoosanitario, y una total sintonía con los objetivos y procedimientos a cumplir en sus tareas; me refiero a todo el equipo de MVO del SAG, quienes se desempeñan en los distintos niveles: en el central -en la División de Protección Pecuaria-, en las direcciones regionales y sectoriales, en los laboratorios oficiales y en los controles fronterizos, así como en el ámbito de la producción y la industria pecuaria nacional, y a quienes les corresponde representar al Servicio en misiones internacionales.
Esta forma y estilo de trabajo tiene un gran reconocimiento nacional y ha trascendido nuestras fronteras, lo que redunda en un gran respeto y prestigio mundial.

Dr. Héctor Escobar Candia:
En definitiva, “los MVO son quienes conforman el SAG”; este concepto que se ha ido acuñando en los últimos años, según mi parecer, surge naturalmente como una calificación que se nos entrega desde el exterior, más que como una idea que internamente haya definido el SAG. Son los servicios veterinarios oficiales de otros países quienes, tras una y otra auditoría, en sus informes nos han identificado como médicos veterinarios oficiales y, a la vez, como el Servicio Veterinario Oficial. Esta es la base del accionar de los MVO del Servicio, ya sea con este o con otro apelativo usado en el pasado (MV sectorial o MV SAG, entre otros).
Por otra parte, su contribución respecto la obtención, mejora y mantención del patrimonio zoosanitario ha sido relevante en el pasado, lo es en el presente y lo será aún más en el futuro, trascendiendo los aspectos sanitarios, principalmente en lo que concierne a dar garantías a la población respecto la aptitud para consumo de los alimentos y la salud pública.

3. Uno de los principales objetivos y desafíos del país ha sido y es la apertura comercial sustentada en la producción y exportación de alimentos de calidad, sanos e inocuos, ¿cuál es su visión respecto del accionar del SAG en este ámbito?

Dr. Hernán Rojas Olavarría:
Los animales y sus productos requieren de negociación sanitaria especializada para ingresar, mantenerse y defender mercados. El SAG lo ha hecho en forma ejemplar en materia pecuaria en los últimos años: ha seguido la tradición de lo logrado en materias vegetales y ha aprovechado los lineamientos de la Organización Mundial de Comercio, OMC, y de la Organización Mundial de Sanidad Animal, OIE, así como los nuevos tratados comerciales. También ha sido un aliado fundamental en la política de apertura comercial de Chile, ha puesto su capacidad técnica a toda prueba y ha mantenido las relaciones multilaterales y bilaterales relacionadas con la sanidad. En síntesis, los resultados logrados hasta ahora hablan por sí solos.

Dr. Claudio Ternicier González:
La inocuidad de los alimentos es una exigencia que se ha venido imponiendo con más fuerza en el mundo en los últimos años y los servicios veterinarios oficiales de los países, especialmente los exportadores, han tenido que adecuarse a esta exigencia a fin de otorgar las garantías requeridas. En este sentido, hubo que dar un giro a la acción del SAG para intervenir de una manera más global las cadenas productivas pecuarias y, además de velar por la sanidad animal, asegurar que los sistemas de producción animal y de industrialización de los productos pecuarios tengan los controles adecuados que aseguren su calidad.
El SAG pudo adaptarse rápida y eficazmente a este escenario; la prueba más clara son los resultados obtenidos en estos años que han permitido no sólo mantener los mercados abiertos, sino además crecer exponencialmente en sus variables, como el número de países importadores y la diversificación de productos pecuarios exportados. Ello implica que los países receptores estiman que Chile cumple con los estándares internacionales de exigencias en materia de calidad e inocuidad de los alimentos de origen animal. Ello implicó, entre otras tareas: adecuar la legislación y procedimientos; trabajar intensamente en el control de insumos, fármacos y alimentos en la producción primaria; intensificar el control de patógenos que puedan persistir en los productos finales; controlar estrictamente los procesos de industrialización, con acento en los sistemas de aseguramiento de calidad (SAC) de sus procesos, y completar y mejorar los procedimientos de trazabilidad sanitaria y de productos.

Dr. Héctor Escobar Candia:
Estimo que una de las principales características del SAG es su capacidad de adaptación y respuesta a nuevos desafíos, probablemente desarrolladas como consecuencia de la necesidad de enfrentar eficazmente las emergencias. Ello ha marcado una forma de trabajo donde no hay cabida a los errores.
El acompañar en forma eficaz las metas definidas por el sector productivo nacional y los objetivos planteados por el país, significaron para el SAG, y particularmente para la DPP, ingresar en un ámbito en el cual no había experiencia, ya que más del 70% de la vida del SAG Pecuario estaba dedicada a los asuntos internos nacionales y, en ese momento, se nos solicitaba salir al mundo a abrir mercados y a colocar nuestros productos en aquellos países más exigentes.
Hoy, después de una década desde que iniciamos y enfrentamos este desafío, los principales mercados están abiertos a nuestros productos y los que faltan por abrir requieren no sólo los esfuerzos técnicos del SAG, sino que todas las herramientas comerciales que el país pueda aportar.

4. Uno de los principales objetivos y desafíos de Chile es convertirse en potencia alimentaria y forestal; en este contexto, el SAG y particularmente la División de Protección Pecuaria en su rol normativo de la actividad, debe incidir en forma importante en construir las bases para garantizar la producción de alimentos de calidad, sanos e inocuos, ¿en qué contribuyó su gestión para el logro de este desafío nacional?

Dr. Hernán Rojas Olavarría:
Durante mi gestión se sentaron las bases concretas que posicionaron a Chile en el momento y lugar adecuado para exportar, potenciando esta situación con los conceptos de sanidad y comercio instalados, mediante una relación indivisible. Desarrollamos una mejor bioseguridad sistémica al servicio de los intereses del sector privado, manteniendo el control sobre las externalidades negativas de la situación sanitaria y sus medidas de control, resguardando así el bien común. Consolidamos y potenciamos los esfuerzos que anteriormente venía realizando el SVO en diversas materias de sanidad e inocuidad; es más, se pudo avanzar en otras materias como producto de logros anteriores como la erradicación de varias enfermedades.
En definitiva, se instaló una mayor visión de integralidad y funcionalidad de la sanidad animal, la inocuidad y competitividad para los mercados internacionales, además de la flexibilidad en la gestión, manteniendo los principios esenciales de la autoridad sanitaria.
Cabe señalar que las gestiones posteriores han seguido profundizando y fortaleciendo estos conceptos con excelentes resultados. Chile tiene uno de los mejores SVO del mundo, claramente de clase mundial.

Dr. Claudio Ternicier González:
Garantizar la producción de alimentos de calidad, sanos e inocuos es un elemento clave para competir en los mercados internacionales, y la principal llave maestra para acceder y mantenerse en ellos. Transformar a Chile en potencia alimentaria implica un esfuerzo conjunto entre las empresas elaboradoras de alimentos, en este caso de origen animal, y el Estado. Así, a través del SAG el Estado se ha abocado a la tarea clave de mantención de la condición zoosanitaria de Chile y a la consolidación de un sistema de verificación y certificación de la inocuidad de los alimentos.
Las contribuciones más relevantes en este ámbito, durante mi gestión, fueron:
• Mantención y mejoramiento del estatus zoosanitario del país.
• Implementación de un programa de control de salmonelas y micoplasmas en granjas de aves comerciales.
• Innovaciones normativas, organizacionales y en los procedimientos para el control de fármacos y alimentos de uso animal.
• Se enfrentaron con éxito los eventos de salud animal y de inocuidad de alimentos ocurridos en el período (fraude en carne a Japón; Newcastle en aves marinas; dioxinas en carne de cerdo; listeria en quesos; influenza H1N1 en pavos) y se logró la pronta recuperación del comercio cuando se vio afectado.
• Reconocimiento de Chile como País con Riesgo Insignificante de encefalopatía espongiforme bovina, EEB.
• Se lograron metas altas en el Proyecto de Control y Erradicación de Brucelosis Bovina.
• Avances importantes en la implementación de un Proyecto de Control y Erradicación de Tuberculosis Bovina.
• Erradicación del síndrome reproductivo respiratorio porcino (PRSS) en cerdos.
• Mantención de los mercados abiertos y ampliación del número de países y productos a comercializar en todos los rubros pecuarios.
• Obtención y mantención de la certificación ISO para los procedimientos de certificación de carnes bovinas, de aves, de cerdos y ovinas a los mercados de Japón, Unión Europea y México.
• Ampliación significativa del Programa Oficial de Trazabilidad Sanitaria Animal.

Dr. Héctor Escobar Candia:
Más que señalar la incidencia de una gestión particular en los logros y objetivos que se requiere de la DPP para hacer de Chile una potencia alimentaria y forestal, puedo indicar que la importancia durante este período ha sido mantener y mejorar el trabajo que se ha venido realizando y establecer las bases para hacer más eficientes nuestros procesos sin que ello signifique dejar de lado la rigurosidad técnica que los ha caracterizado, y que han permitido posicionar al SVO de Chile como un Servicio de excelencia en el ámbito mundial.

5. La apertura comercial de Chile mostrada durante su gestión no sólo se debe al aporte del SAG en términos de alimentos de calidad, sanos e inocuos, sino también a la relación público-privada; en su período, ¿cómo definiría la relación establecida y qué aspectos serían necesarios de fortalecer?

Dr. Hernán Rojas Olavarría:
El SAG debe tener como propósito contribuir al desarrollo de la actividad pecuaria nacional y hacerla más competitiva. Las enfermedades en animales y la inocuidad son determinantes en estos objetivos; es decir, se espera que a los agentes privados les vaya mejor y, por consiguiente, también al resto del país. Esto es pensar en el bien común nacional.
Por otra parte, no es posible sostener un estándar de sanidad e inocuidad sin la participación y compromiso activo de los privados; este un tema estratégico y es parte de un esfuerzo país. Son los privados quienes van a aplicar las normas y, por lo tanto, deben ser comprendidas y en lo posible acordadas. Al respecto se observa un gran avance: negociación internacional, enfrentamiento de emergencias, programas de vigilancia epidemiológica; este avance hoy se ha extendido a la compartimentación y gestión de emergencias.
Pensando en el futuro hay mucho por hacer: se requiere reforzar la idea de un trabajo público-privado común en materia de bioseguridad sistémica; es decir, debemos trabajar en conjunto en materias como evaluación, gestión y comunicación de riesgo, tanto interna como externa.
Los desafíos son enormes respecto la mantención de los mercados, el mejoramiento de la gestión de riesgos y de las emergencias sanitarias, y el conocimiento y gestión de las enfermedades endémicas y emergentes. Así como una mayor incorporación de las personas, los animales silvestres y las mascotas en los análisis y gestión sanitaria.
Para concretar estos aspectos se debe liderar un nuevo desarrollo científico tecnológico en el país, junto entre el sector privado y universitario. La gestión institucional debe hacer un tremendo esfuerzo de modernización en todos los ámbitos para adaptarse a estos nuevos desafíos.
Todos estos aspectos requieren ser parte de la agenda estratégica.

Dr. Claudio Ternicier González:
Como lo señalé anteriormente, el salto al mundo, del Chile pecuario, y recorrer el camino para transformarnos en una potencia agroalimentaria, es un esfuerzo conjunto entre el sector privado y público. La relación establecida en los últimos años ha sido muy intensa y productiva, y ha permitido acceder, mantenerse y crecer en los mercados. Esta relación se ha construido con un gran esfuerzo para potenciarse en los objetivos comunes finales, manteniendo los roles que le corresponden a cada quien.
En este contexto se ha trabajado para superar las debilidades y falencias de gestión que aún existen en ambas partes y es necesario avanzar más en este aspecto en el futuro, con un espíritu de mejoramiento continuo, reconociendo y construyendo sobre lo que ya se ha avanzado, y rectificando lo que pudiese no funcionar en forma óptima.
También es necesario establecer relaciones y acuerdos homogéneos con los distintos gremios productivos del sector, a objeto de superar las diferencias que aún existen como producto de varios factores, como, por ejemplo, las determinantes productivas y comerciales, los factores de competitividad de los diferentes rubros, y sus formas de organización y representatividad.

Dr. Héctor Escobar Candia:
En general, en este período la relación del Servicio con el sector privado se ha potenciado mediante su conducción por la Dirección Nacional, relevando los temas comerciales y privilegiando su desarrollo desde el Ministerio de Agricultura. Los temas netamente técnicos han mantenido su desarrollo en la División de Protección Pecuaria.
A mi juicio esta especificidad ha mejorado y ampliado la discusión entre las partes involucradas.

Volver a página anterior

Los artículos publicados en este Boletín pueden ser reproducidos, sin fines de lucro, citando la fuente de origen.
DIVISIÓN DE PROTECCIÓN PECUARIA
BVO SAG